Demostrar una clara sensibilidad hacia las necesidades o exigencias que un cliente interno o externo y actual o potencial, puedan requerir en el presente o en el futuro. Se trata de una actitud permanente de servicio basada en el trato cálido y profesional. Esta habilidad se enfoca en conceder la más alta calidad a la satisfacción de cada cliente y en forma customizada. Dicho de otro modo, es la capacidad de otorgar el más alto estándar de servicio en cada interacción individual con un cliente interno o externo.
Es la capacidad y habilidad para crear un ambiente propicio para la colaboración y el logro de compromisos duraderos que fortalezcan la relación. Esta competencia se basa en la capacidad para dirigir una discusión utilizando técnicas ganar-ganar y planificando alternativas para negociar los mejores acuerdos. Debe destacar una tendencia natural hacia la escucha activa y la asertividad comunicacional, donde el problema se centre en los intereses y no en la persona.
Es la capacidad para modificar las cosas partiendo de situaciones no pensadas con anterioridad. Implica idear soluciones nuevas o diferentes ante problemas o situaciones requeridas por el propio puesto, la organización, los clientes o el segmento de mercado donde se desempeña.
Es la capacidad para reconocer las propias emociones y las de los demás, discriminando los diversos sentimientos y etiquetándolos apropiadamente, utilizando información para guiar el pensamiento y la conducta. Asimismo implica administrar o regular las respuestas emocionales a los diversos estímulos del ambiente para adaptarse al mismo y conseguir los objetivos deseados.